Hoy, de una mirada por mi ventana, como de costumbre, mirando hacia la calle.
Esta vez, fue algo distinto, estaba siendo observado por 2 criaturas llenas de encanto y ternura de la naturaleza, si, no es una exageración o una ironía mal intencionada para mi, no, no, no, no, es lo que mi experiencia me ha entregado durante todos estos años al convivir con estos encantadores seres, me gusta nombrarlos así, llamadas comúnmente tórtolas o cuculíes, es una especie en chile que desde ase unos años ya, se asentó definitivamente en esta zona del gran Santiago, comenzamos a estar un poco habituados con su presencia y tierno caminar.
Recuerdo que en los años 80's solo me topaba en las plazas con la ya conocidas queridas y en algunos casos criticadas palomas, en los años 90's igual,. Fue en la década pasada que recuerdo de su llegada y existencia en mi sector donde vivo, y para ser mas precisos mi ante jardín, fue con la llegada de un espino, ya como árbol donde ellas comenzaron a anidar y obviamente a dar un gran regalo, ver su procreación, crianza y descendencia de esta especie, donde en su comienzo nunca lo imagine , ya son 3 o 4 nidos hechos y he visto 2 nacimientos de estas criaturas que no tan solo por decir tiernas que sino involuntariamente encargadas de trasladar y dejar semillas con su evacuación, prueba de ello, son varios brotes de distintos tipos de especies nativas (pastos, arbustos hasta arboles, etc.) casi seguro de aquello,.
Una chequeada de vez en cuando, en lugares sin mucha área verde, sin toparse con un espino como en mi casa. Ojala exista una real consciencia de lo antes nombrado y repoblar lugares o áreas donde no existan espinos, seria una de las soluciones para que estos verdaderos ángeles de la naturaleza se procreasen.
